La terapia psicoanalítica fue desarrollada progresivamente por Sigumnd Freud alrededor de 1892-1896 suponiendo un giro importante en la manera de entender la enfermedad. A pesar de que se han dado algunos cambios en la teoría y técnica psicoanalítica, hoy en día sigue vigente, contando con más de 100 profesionales según un reciente estudio realizado por la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP).
Pero, ¿en qué consiste la terapia psicoanalítica? No hay una respuesta única, ni certera, y es que podría decirse que solo quien se coloca en el lugar de paciente es capaz de experimentar lo que implica un psicoanálisis, siendo un proceso diferente en cada paciente.
Sin embargo, sí podría decirse, que esta terapia ofrece un espacio en donde el paciente tiene la libertad de expresar todo aquello que se le pase por la mente, desde fantasías, miedos, sueños, síntomas, recuerdos, etc, por irrelevantes o vergonzosos que le parezcan. Y es que, es la manera de llegar a la verdad más íntima y particular que anida en el inconsciente de cada persona y que sin saber que lo sabe, está determinando su camino. Además, el terapeuta está pendiente de cuando esta verdad inconsciente sale a la luz en el discurso del paciente, como por ejemplo a través de un lapsus, para rescatarla y devolvérsela al paciente y así, este asocie libremente.
Técnicas psicoanalíticas
La técnica fundamental que hace posible que la cura psicoanalítica tenga lugar, es la transferencia, esta consiste en la relación particular que el paciente pone en juego con el terapeuta y donde aparecen los elementos característicos del funcionamiento del paciente que viene estableciendo en sus relaciones significativas (ej: padres, hermanos, parejas, etc.). Sin embargo, el paciente se encontrará con una diferencia, y es que el terapeuta va a abstenerse de toda respuesta que el paciente le demande, para que, de este modo, sea el propio paciente quien se haga la pregunta a sí mismo sobre qué es lo que quiere, entre muchas otras preguntas.
El terapeuta por otro lado, va señalando e interpretando las contradicciones que aparecen en el discurso del paciente así como la repetición que le está haciendo sufrir pero de la que a veces no es consciente y otras no es capaz de parar. Y es que, la repetición insiste en alcanzar una completitud que nunca se tuvo, y es por su imposibilidad, que siempre termina fracasando, suponiendo mucho sufrimiento para el paciente al quedarse enganchado a ella. Un ejemplo podría ser cuando uno trata de buscar esa plenitud en las compras compulsivas, pero lo que termina encontrándose es que nunca es posible estar completamente satisfecho.
El psicoanálisis, también cuenta con un encuadre explícito e implícito, es decir, las reglas sobre el horario, precio, frecuencia, etc, se ven influidas por el inconsciente del paciente. Por ejemplo, en el pago al terapeuta se juega mucho más que el mero dinero, y es el precio que uno está dispuesto a pagar por curarse. Entendiendo que la cura supone renunciar al ideal de estar completo, y está renuncia no es fácil, por lo que las resistencias al cambio también aparecerán en el proceso psicoanalítico
Por otro lado, la elección del uso del diván o del tratamiento cara a cara, es una decisión en la que se tiene en cuenta las características del paciente así como sus preferencias, y también, el curso que sigue el tratamiento en particular, consiguiéndose en ambas modalidades efectos de cambio en el paciente.
En suma, una terapia psicoanalítica es un proceso intenso y duradero, en el que el paciente tiene la oportunidad de escuchar lo más íntimo de sí mismo y da pie, a que los conflictos se atraviesen y dejen un aprendizaje en el individuo que le haga crecer y madurar. Trazando por tanto, un camino más sujeto a su deseo pero aceptando que las pérdidas son inevitables, lo que conllevará a vivir de una mejor manera.
En nuestra Consulta de Psicoterapia Psicoanalítica y Familiar (CPPF) trabajamos con este método de tratamiento, ofreciendo terapia psicoanalítica individual a niños, adolescentes y adultos así como de pareja y familiar. Es un abordaje que escucha el caso por caso, y que va más allá de los síntomas apuntando en la subjetividad del paciente, es decir, conseguir que el paciente tome las riendas de su vida pero aceptando que todo no es posible.
Referencias bibliográficas:
- Saavedra, M. C. (2019). El psicoanálisis en la actualidad. Sociedad Española de Psicoanálisis (SEP).
- Rossend Camon et al. (2019). Sobre el Psicoanálisis y los tratamientos de orientación psicoanalítica. Sociedad Española de Psicoanálisis (SEP).